jueves, 5 de abril de 2012

Conversión solar eléctrica


La conversión solar eléctrica puede lograrse fundamentalmente por medio de dos procedimientos totalmente distintos entre sí, tanto por su tecnología como por su campo de aplicación. El primero se basa en el efecto fotovoltaico, se trata de un procedimiento en el que los fotones (partículas de luz), incidiendo sobre determinados materiales y  en condiciones apropiadas, pueden generar una cierta energía susceptible de mantener una corriente eléctrica, la cual puede ser recogida y aprovechada. Para poder realizar este proceso de transformación se utilizan los módulos fotovoltaicos, formados por un conjunto de células fotovoltaicas fabricadas a partir de ciertos materiales semiconductores como el silicio. El modulo fotovoltaico es un rectángulo plano sin parte móvil alguna y de construcción muy simple, ya que prácticamente no consta de nada más que células fotovoltaicas. Cuando no existe radiación solar o no se cuenta con la suficiente se necesita una pesada batería de acumuladores para almacenar la energía durante las horas de sol, a fin de asegurar una autonomía suficiente de varios días.
La segunda forma de producir electricidad a partir de energía solar se basa en un proceso termodinámico, consiste en la utilización de generadores eléctricos de tecnología convencional, similares a los usados en una central térmica, con la diferencia de que la energía térmica necesaria para impulsar al fluido a través de la turbina que mueve al generador es producida a su vez por la energía solar, recogida y concentrada convenientemente a fin de poder alcanzar las altas temperaturas que el proceso requiere, este procedimiento por su mayor complejidad tecnológica, no es apropiado para su realización a pequeña escala.

Aplicaciones idóneas

Recientemente han comenzado a instalarse módulos fotovoltaicos en viviendas e industrias que ya disponen de energía eléctrica proveniente de una red general. En este caso se elimina totalmente la necesidad de utilizar acumuladores ya que la propia red suministra la energía eléctrica cuando los módulos no puedan hacerlo. La idea es que la energía fotovoltaica sustituya a la de la red en la mayor proporción posible.
La competitividad de la energía solar fotovoltaica se hace presente en lugares apartados de la red de distribución de energía eléctrica. De acuerdo con Green, M (2000). La inversión necesaria para efectuar las obras que permitan la conexión con dicha red, puede ser bastante mayor a la necesaria para disponer de un completo sistema fotovoltaico. Las necesidades de electricidad se limitan a cubrir los aspectos primarios (iluminación, extracción de agua) no requiriéndose mucha potencia. También puede ser aplicada en Grandes centrales ya que se necesita una generación masiva de electricidad, aunque en este caso la tecnología es mayor e implica mayores costos.

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